Lo que nos dejó: #MalaysianGP

vettel raikkonen

 

  • Raikkonen ha reencontrado su forma y peleará con Ferrari por los primeros puestos además de empujar a Vettel a ser mejor en cada carrera. La amistad del finlandés y el alemán rendirá frutos en la pista.
  • Williams debe ser constante, ya lo decía Massa, si quiere pelear por una victoria este año pues de lo contrario los podrían rebasarlos los Toro Rosso y Red Bull.
  • La guerra entre Renault y Red Bull Racing será un tema mayor hasta que la firma francesa decida si regresará o no como constructor a la Fórmula Uno ya que los motores no han estado a la altura de los diseños de los austríacos.
  • Otra guerra, la fraternal entre Scuderia Toro Rosso y Red Bull Racing podría tomar tintes del año 2008 cuando los italianos quedaron mejor posicionados en el campeonato, en gran medida gracias a un joven Vettel que obtuvo su primera victoria en la F1 en Italia.
  • Hamilton no está contento con los errores, pero Malasia no debería pasar de un enojo en la cabina escuchada por todos en la transmisión de la carrera. Si el inglés lo piensa bien, no hay muchos lugares a los cuáles pudiera ir y ser campeón si los de Stuttgart decidieran no renovarle el contrato en algún momento de la temporada y esos berrinches no siempre son bien vistos por los alemanes que prefieren jugadores de equipo en todas sus disciplinas.

El regreso de Alonso

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El regreso de Alonso

Qué gusto da volver a encontrarse al asturiano en la pista, pero que desgracias es verlo en un auto que ni siquiera llega a los talones de los pésimos monoplazas que la Scuderia Ferrari le presentaba. Es claro que la transición de motor en McLaren será larga y tormentosa por lo que seguramente el español desperdiciará otro año en busca del tricampeonato  mientras buscan un acoplamiento óptimo a la fuente de poder producida por Honda, aunque todos sabemos que el problema en Woking no sólo proviene de dicho elemento del MP4-30.

Si da gusto ver a un deportista regresar, más lo da cuando es alguien que brinda algo especial a la competencia. Tener a Kevin Durant de gala en la banca, a Carlos Vela en la tribuna o Peyton Manning en su casa no es lo ideal, ni para el deportista ni para el aficionado, menos para el deporte en sí y aunque Alonso únicamente perdió un gran premio es, sin duda, una de las estrellas del show de la máxima categoría del automovilismo que hace que cada competencia sea distinta.

El regreso se da en medio de los cuestionamientos sobre el accidente sufrido en Barcelona durante las pruebas invernales y rápidamente el volante desmintió versiones respecto de una fuerte ráfaga de viento o la pérdida de conciencia como causantes de su accidente. Especuló acerca de una rotura de algún componente que dirigió el auto hacia su derecha y categóricamente echó a reír al señalar su asombro respecto de las versiones que los medios circularon sobre su despertar. Negó, pues, que haya despertado en 1995 queriendo ser una estrella de Fórmula Uno o que hubiera regresado en sí hablando en italiano pensando estar aún en Maranello.

No Fernando, no hay que reír pues tu presente es similar a cuando corrías para un equipo en Faenza, Italia, cuando aún soñabas con ser una estrella de Fórmula Uno y peleabas cada carrera por lograr una calificación decente entre los últimos autos de la parrilla. Tu MP4-30 no es muy distinto al PS01 en qué debutaste y McLaren se parece mucho hoy al extinto Minardi sólo que con más presupuesto y renombre. Hoy, parece que estás de vuelta en 2001 cuando apenas te dabas a conocer en el mundo de la F1.

Hoy estás tan lejos del tricampeonato soñado como cuando regresaste a Renault después del experimento fallido en McLaren y esperas, y nosotros contigo, tener un auto digno de tu envergadura e historia, digno de todas las alegrías que nos has dado como aficionados del automovilismo y la Fórmula Uno, para que una vez más te veamos peleando al frente, luchando por el podio, por victorias, por el título. De no ser así, tu regreso será meramente anecdótico, cómo Mansell con McLaren, como Schumacher con Mercedes, como muchos otros, aunque más corto, pues dejaste a la Fórmula Uno sólo durante el GP de Australia.

© CAJR/2015

 

¡Vaya forma de entrenar!

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Nico Rosberg no cesa en su empeño por ser campeón mundial de la Fórmula Uno y como parte de su entrenamiento se le ocurrió subir corriendo/trotando/caminando las Torres Petronas en Kualalumpur, Malasia donde será la segunda fecha del campeonato 2015 (claro, además de que son Patrocinadores de Mercedes y que es una forma de seguir con su reinado como Rey de las Redes Sociales en la F1). (click en la imagen para ver el video)

 

 

 

Lo que nos dejó: #AusGP

mercedes ausgp

 

  • Mercedes sigue sin tener rival como constructor por lo que Nico Rosberg y Lewis Hamilton confirman su condición de principales contendientes al título de pilotos.
  • Ferrari está de regreso como constructor y como fabricante de motores después de que superó claramente a Renault para ser el segundo mejor de la categoría; Vettel y Raikkonen se mostrarán competitivos frente a Williams durante todo el fin de semana. Sin embargo, aún están lejos de las flechas plateadas de Stuttgart.
  • McLaren sigue en franca caída después de ocupar la última fila de parrilla por primera vez en su historia y mostrarse sin nivel competitivo en Albert Park.
  • Los debutantes, sobre todo Nasr y Sainz mostraron talento suficiente para hacer pensar que están listos para volver interesante la pelea por puntos en cada gran premio.
  • Las pruebas de pretemporada se han convertido en paradas obligadas como demostró la actuación de McLaren, Force India y Manor en Melbourne, equipo que no lograron tener mucho kilometraje en dichas pruebas y pagaron por ello sin hallar el ritmo durante el fin de semana.

Cuestión de números

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CUESTIÓN DE NÚMEROS

El anuncio del regreso de Manor Marussia a la parrilla de la Fórmula Uno causó alegría porque significaría que habría 20 autos en la parrilla y que tendríamos la posibilidad de más batallas en la pista si podían estar al nivel de los autos del fondo de la clasificación aún con su modelo 2014 actualizado. Vamos, no es que Manor sea competitivo, pero durante 2014 mostraron que había ciertos avances logrados y que en un día bueno podían ponerle acción a la pelea por el décimo puesto en busca de puntos. Además, siempre es grato apoyar al menos favorecido. Pero llegado Melbourne, no lograron calificar a la parrilla y fallas en los autos de Magnussen y Kvyat además del dolor de espalda de Bottas, nos dejaron con 15 míseros autos compitiendo. Después de la primera vuelta, los Lotus de Maldonado (accidente) y Grosjean (problemas en el motor) redujeron los participantes a 13 mugres coches que pelearían los 10 puestos que otorgan puntos.

Con Force India y McLaren en modo pretemporada, es decir, buscando acabar la carrera y nada más, teníamos 10 autos competitivos que dieron un espectáculo dentro de lo medianamente posible. Los Mercedes se escaparon y básicamente no los vimos hasta que era el final de la carrera mientras que atrás Vettel no podía con Massa en la pista y Ricciardo luchaba con Nasr y Raikkonen en un tren que no pasó a mayores. Una carrera complicada como suele ser la primera del año, pero el número de autos en pista redujo lo que podría haber sido.

Y todo lo anterior por una razón que se ha repetido en las últimas campañas: hacen falta autos en cada gran premio.

No se trata de poner autos para llenar un cierto número pensando que eso lo hará mejor, sino en el hecho de que tan pocos autos dejan al aficionado con un sabor de serie de medio pelo y no del pináculo del automovilismo. El problema radica en varios factores que han alejado a los constructores de la Fórmula Uno quienes proporcionaban a la misma de talentos jóvenes que no reducía el nivel. En Toleman debutó Senna, en Jordan lo hizo Schumacher, en Minardi fue Alonso; equipos que sobrevivían temporada a temporada y que le daban un sabor distinto a la F1 a la vez que mantenían interesantes las batallas por los puntos finales y, de vez en cuando, se introducían en la pelea con los grandes o por un podio.

Los presupuestos de los equipos y los costos de la categoría han llegado a un absurdo que ha generado limitaciones en áreas como las pruebas (más kilometraje de prueba seguramente hubiera ayudado a Kvyat, Magnussen y Grosjean a evitar esos desperfectos mientras que habrían mejorado el desempeño de Force India y McLaren en la pista) mientras que restricciones menores en la sustitución de pilotos hubiera permitido a Williams correr un segundo piloto en vez de tener un auto menos (sobre todo cuando el piloto de reserva está ahí el domingo).

Necesitamos recuperar los equipos pequeños que le daban un sabor distinto a la Fórmula Uno, uno más accesible para todos, y que además apoyarían el espectáculo ahora que es más fácil obtener puntos en cada carrera. Necesitamos más espacios para que los pilotos puedan demostrar sus habilidades y no se queden estancados años en las series inferiores. Pero, sobre todo, necesitamos más equipos para evitar carreras que se vuelvan procesiones de unos cuantos autos y demeriten la categoría de la Fórmula Uno, porque cuando hay más espectáculo en Miami que en Melbourne, el futuro de la máxima categoría está en riesgo.

© CAJR /2015

Previas 2015: Hamilton

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Hamilton: tras los pasos de Senna.

Cuando Hamilton fue presentado oficialmente en 2007 como compañero de Fernando Alonso, los reflectores se encontraban sobre el asturiano como la gran contratación de McLaren y el qué los podría regresar a la gloria después de no haber logrado título alguno desde que en 1999 Mika Hakkinen lograra su bicampeonato. Y era natural que así fuera pues Alonso traía como carta de presentación el bicampeonato obtenido con Renault en 2005-2006 y ya era considerado el mejor piloto de la F1 para esos momentos que acababa de perder a Schumacher tras su primer retiro.

Así pues, durante la presentación, el joven Hamilton parecía meramente anecdótico y un escudero para los intereses del español que buscaba entrar al club de los tricampeones de la Fórmula Uno. Hamilton era más reconocido como el protegido de Ron Dennis que por sus resultados previos a su llegada a F1 donde fue campeón en la Fórmula Renault Británica (2003), en la Fórmula 3 Europea (2005) y en la GP2 Series (2006) por lo que el guion indicaba que debía estar más que feliz por compartir el escenario de ese 16 de enero de 2007.

En ese 2007, Hamilton impuso su paso con un gran auto y podría haberse convertido en campeón mundial si no hubiera cometido un par de errores en las carreras finales de la temporada en una campaña que será recordada por la batalla interna de McLaren que capitalizó Kimi Raikkonen en su Ferrari. 2008 sería la consolidación de lo logrado y por fin podría proclamarse campeón del mundo, respaldando la confianza que Ron Dennis le había otorgado cuando permitió que Fernando Alonso emigrara de regreso a Renault, pero a partir de ese momento, el viento no fue tan favorable para el equipo de Woking y, consecuentemente, para Lewis que en 2010 compartió garaje con el recién coronado Jenson Button y para 2012 era notorio que Hamilton necesitaba dejar el equipo que lo vio crecer para emprender nuevos proyectos. Aunado a ello, Ron Dennis ya no figuraba como Director del equipo de Fórmula 1 (puesto que había sido ocupado por Martin Whitmarsh desde 2009) y en 2013 Lewis Hamilton decidió emigrar a Mercedes Benz donde Schumacher dejaba su asiento vacante por segunda ocasión.

La decisión de Lewis para la campaña 2013 no era pensando en su debut con Mercedes, que hasta el momento había tenido un pésimo regreso a la F1 y no era muy competitivo. No, Lewis lo hizo pensando en 2014 cuando los nuevos motores de 1.6 litros y V6 serían introducidos y donde podría tener ventaja en un equipo que no depende de otros al ser constructor de autos y motores. Lewis lo hizo tomando en cuenta que Nico Rosberg era un viejo conocido al cual podía vencer y que la nueva situación podría ser la motivación que faltaba para retomar el rumbo hacia su objetivo de emular a su ídolo Aytron Senna.

Ocho temporadas después, Hamilton es ya una estrella de la máxima categoría que ha eclipsado al mismo Alonso que se encontraba parado a su lado en aquella presentación de 2007. El inglés se presenta como bicampeón tras su título de 2014 y parece más cercano a alcanzar a su ídolo Ayrton Senna en la cuenta de trofeos de campeón que el asturiano que ha vivido un viacrucis desde aquel día en que se presentaban como compañeros de escudería.

Hamilton ha cambiado drásticamente en todos los aspectos. Desde su look hasta su forma de manejo, el británico se ha transformado para convertirse en un protagonista del mundo de la Fórmula Uno y un piloto que ha escalado hacia ser considerado uno de los mejores del nuevo milenio[1]. Se ha convertido de un piloto con demasiado ímpetu en uno mesurado que sabe cuándo debe manejar en su estilo característico y cuándo en uno más conservador; ha dejado de ser el devorador de neumáticos pero también ha dejado de ser el más rápido ya que en esta temporada fue ampliamente batido los sábados por Rosberg, después de que en sus primero tres años ganara 17 de 52 posiciones de privilegio que disputó (el que más en ese periodo 2007-2009).

Para 2015, Hamilton es el piloto a vencer sin duda alguna pero, mientras tanto, el inglés de Mercedes estará buscando igualar los pasos de su ídolo brasileño y convertirse en el décimo tricampeón de la historia. Claro está que si es capaz de lograrlo, ello no significará que ha alcanzado al astro brasileño, simplemente que la meta trazada por el británico la ha podido cumplir.

© CAJR /2015

[1] Rápidamente, en el nuevo milenio, tendríamos a Alonso, Vettel, Raikkonen y Hamilton como los mejores talentos en este nuevo milenio, con Alonso más respaldado por sus grandes actuaciones mientras que Vettel tendría a su favor los títulos y Hamilton rebasando a Raikkonen como mejor piloto tras la campaña 2014. Sin embargo, ¿meteríamos a Schumacher? Un tipo que representa la década de los 90’s tras la muerte de Senna, pero que sus grandes éxitos fueron al principio del milenio con el resurgimiento de Ferrari y representa una generación totalmente distinta a los cuatro antes mencionados pero que traslapó su carrera con la mayoría de ellos aunque en circunstancias totalmente distintas y solamente con Alonso y Raikkonen podría haber una ligera comparación pues los años de Mercedes (en que coincidió con Hamilton y Vettel) simplemente no representan al alemán. Veredicto, si estamos hablando de los mejores del nuevo Milenio, el Schumacher de 2000 a 2006 definitivamente es el papá de Alonso, Vettel, Raikkonen y Hamilton.